Según algunos estudios, una de cada tres parejas pone fin a su relación sentimental después del verano. ¿Porqué hay tantas rupturas de pareja después de las vacaciones? Te lo explicamos y damos algunas claves para evitar que esto suceda.

Durante el año no tenemos tiempo para nada, entre el trabajo, los horarios, los hijos, la casa… vivimos estos meses en una vorágine de estrés, situación que muchas veces no nos permite ni mantener conversaciones tranquilas con nuestra pareja, eso, en algunas ocasiones, hacen que surjan discusiones y problemas entre los dos.

MOTIVOS POR LOS QUE DISCUTIMOS MÁS EN VACACIONES

Por este motivo, estamos deseosos de que lleguen las vacaciones, este es uno de los motivos que pueden provocar dificultades en la pareja en este periodo estival, idealizamos tanto como serán esos días en los que compartamos más tiempo con el otro, en los que hagamos cosas que nos gustan y que no podemos hacer durante el año, en los que por fin podamos descansar… que, ante cualquier contratiempo, las discusiones surgen. Muchas veces las expectativas que nos hacemos acerca de las vacaciones son irrealizables y esto hace que nos enfademos.

¿Qué podemos hacer para evitar esto? Podemos intentar planear las vacaciones con tiempo entre los dos, para evitar que surjan discusiones: es muy importante que ambos miembros se involucren en la planificación de las vacaciones, que ambos se sientan escuchados y comprendidos en sus necesidades.

Es posible que cada miembro de la pareja tenga unos intereses diferentes con respecto a las vacaciones: puede que a uno le guste hacer turismo y al otro le guste la playa… hay que intentar que las vacaciones satisfagan a los dos, incluso, se puede pasar tiempo por separado para que cada uno realice sus aficiones, las vacaciones son para descansar, para sentirnos bien con uno mismo y también para hacer cosas que nos gustan, no tiene sentido que durante ellas seamos esclavos de los deseos del otro, por eso, es importante saber escuchar al otro y entenderle.

Pasamos mucho más tiempo con nuestra pareja que en el resto del año: muchas veces el momento en el que se encuentra la pareja es al final del día, después del trabajo y de acostar a los niños, entre la pareja no hay casi comunicación, todo se deja llevar por la rutina…esto no pasa en vacaciones, que compartimos con nuestra pareja las 24 horas del día y donde cada uno se muestra tal y como es, esto hace que surjan los roces más fácilmente, también, en muchas ocasiones, salen a la luz dificultades o temas que no se han tratado a tiempo y ahora, en la tranquilidad de las vacaciones, vuelven a surgir. Tenemos que evitar las discusiones mediante conversaciones donde cada uno exponga su punto de vista, de manera sosegada y donde se respeten los tiempos y los espacios de cada uno.

Los hijos también pueden ser un motivo de discusión durante las vacaciones: por diferencias a la hora de poner normas o límites o por las exigencias de estos. Para evitar que ocurra esto, debemos dejar claras las normas de la familia, consensuadas y claras para todos los miembros, para que, en estos días de descanso, no surjan discusiones por este motivo, también hay que tener en cuenta que en estos días las labores de crianza deben repartirse entre los dos padres, sería injusto dejar la responsabilidad a uno únicamente. Es importante, si viajamos con nuestros hijos, intentar sacar un momento para estar la pareja a solas, se necesita gozar de la intimidad de la pareja para que esta salga reforzada.

En los casos donde hay una crisis de pareja, en ocasiones es recomendable no irse de vacaciones, ya que, el ir fuera de casa fuere convertirse en una nueva fuente de generar tensiones.

¡Pero no está todo perdido! Esto no les ocurre a todas las parejas, también pueden ser unos días de compartir con nuestra pareja, de hablar, de disfrutar… donde no surjan ninguna de las dificultades planteadas o que estas se solucionen rápidamente, pero…

Si durante las vacaciones hemos sufrido alguna crisis ¿Qué podemos hacer para solucionarlo?

  • Cuidar los pequeños detalles en el día a día: intentar tener un momento especial con nuestra pareja, no hace falta que sea algo prolongado en el tiempo, simplemente un par de minutos que le dediquemos en exclusiva al otro, a que se sienta querido y escuchado, puede ser un simple abrazo, un “¿Cómo te ha ido el día?”… con esos pequeños detalles cuidamos nuestra relación sentimental.
  • Intentar conversar con el otro, conocer su punto de vista y ser flexibles, no solo nuestra opinión es la que cuenta y no dejar temas sin resolver, es mejor hablarlos y resolverlos en el momento que hacer como que no pasa nada, eso no hace más que empeorar la situación.
  • Reservar tiempo para la pareja.
  • Compartir las tareas de la familia, para que ningún miembro de la pareja llegue a saturarse.
  • Disfrutar de los buenos momentos en pareja y en familia: durante la semana disfrutamos de buenos momentos con los nuestros, aprender a valorarlos, una simple cena diaria puede convertirse en un momento de encuentro y de risas entre todos.

Si no se soluciona la crisis, se puede asistir a un profesional de ayuda. En Psicólogos Pozuelo tenemos varios profesionales especializados en terapia de pareja y de familia, y pueden ayudaros a solucionar las dificultades por las que estáis atravesando. Puedes pedir información en 91.352.77.28.

 

Desde Psicólogos Pozuelo os deseamos una feliz vuelta de vacaciones

 

 

Mónica Gonzalo Caballero

Psicóloga y Terapeuta Familiar

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