El estado de alarma decretado por el Gobierno de España el pasado 12 de marzo de 2020, recoge una serie de medidas relativas a las vidas de las personas, como salir a la compra, pasear a los perros, atender a personas mayores dependientes…
Sin embargo, algunas situaciones familiares no han quedado recogidas en el decreto del estado de alarma, dando lugar a situaciones de confusión, ambigüedad o falta de información.
Una de estas situaciones, por ejemplo, son las familias cuyos padres/madres están separados/divorciados. Algunas preguntas que nos llegan a las consultas estos días son
- ¿Debemos seguir cumpliendo con nuestro régimen de custodia compartida?
- ¿Puedo desplazarme para recoger a mis hijos/as y dar cumplimiento al régimen de visitas?
- Mi pareja dice que se suspenden las visitas porque nuestros hijos/as no pueden salir de casa por el estado de alarma ¿no tengo derecho a ver a mis hijos mientras dure este estado?
- Y ¿Lo que habíamos acordado para las vacaciones de Semana Santa? ¿Sigue vigente?
Lamentablemente las medidas recogidas en el estado de alarma, no hacen mención alguna a la situación de estas familias. Eso significa que cada familia debería resolver la situación de la manera que le parezca conveniente. Sin embargo, no todos los padres y madre separados gozan de una comunicación fluida y cordial que les permita hacerse preguntas y tomar las mejores decisiones para toda la familia. En condiciones normales, cuando los progenitores no pueden alcanzar un acuerdo, generalmente suelen recurrir a la justicia para que resuelva el conflicto y de la razón a uno u otro. Sin embargo, las respuestas judiciales son lentas, costosas y normalmente sólo son satisfactorias para una de las partes.
En esta excepcional situación que estamos viviendo, las mejores soluciones son siempre aquellas que vienen de un acuerdo que alcanza la propia familia pensando en el bienestar emocional de todas las personas. Por tanto, como en los convenios reguladores, sentencias o acuerdos de mediación no hay recogido nada que se ajuste a la situación actual, es momento de tomar decisiones. Decisiones que protejan a los hijos, y que aseguren su bienestar emocional.
No olvidemos que somos un ejemplo para nuestros hijos e hijas, y que en situaciones difíciles, más que nunca, se convierten en espectadores de primera fila. Por tanto, como padres y madres tenemos la responsabilidad de resolver nuestras discrepancias de la manera más cordial y respetuosa para nuestros hijos. Hacerlo de esta manera, les da a nuestros hijos un contexto seguro y consistente en este momento que domina la incertidumbre y el miedo. Hay muchas decisiones que ahora mismo escapan a nuestro control, la información es demasiado abstracta como para poder trazar un mapa que nos de cierta seguridad. Pero las decisiones que tienen que ver con el mantenimiento o no de las visitas, las llamadas, el contacto con el otro progenitor, o las vacaciones de semana santa, sí están bajo nuestro control.
Puede que entendamos las medidas del estado de alarma de manera muy diferente, incluso contradictoria. Y puede que los dos progenitores tengan razón en su manera de interpretarlas. Sin embargo, entrar en ese debate, probablemente no resuelva la discrepancia. Es momento de pensar única y exclusivamente en las necesidades de los hijos e hijas y en cómo les afectan las decisiones que toman sus padres.
Tenemos la oportunidad de enseñar a nuestros hijos que, frente a estas condiciones adversas y complicadas, los padres y las madres podemos hacer equipo y tomar decisiones que tienen que ver son sus vidas.
Beatriz Saguar
Psicoterapeuta Infantojuvenil y de Familia