Mercedes Bermejo, Directora de Psicólogos Pozuelo, habla para el País de los peligros que tiene hoy en día ser «demasiado» eficiente en el trabajo.
Mercedes Bermejo Boixareu, considera que la clave está en la palabra exceso: “Una buena gestión emocional, o correcto autocontrol, no debería ser perjudicial. Si nos excedemos, podríamos poner en riesgo nuestra salud psicológica, e incluso física. Las personas que son enormemente rígidas tienen necesidad de controlarlo todo, son demasiado perfeccionistas, tienen un nivel de autoexigencia autodestructiva o se obsesionan fácilmente, pueden estar en riesgo de sufrir posibles patologías asociadas a la ansiedad, estrés, o incluso Trastorno Anancástico de la Personalidad: un perfeccionismo, rigidez y preocupación excesiva que interfiere en la actividad práctica diaria (según la Clasificación Internacional de Enfermedades, CIE)».
«Es importante que la persona que se sienta así evidencie los esfuerzos extra que está realizando, para que les sean reconocidos. De no ser así, la situación le llevara a frustrarse y desmotivarse progresivamente, pudiendo llegar a padecer ansiedad o depresión”, aconseja Bermejo Boixareu, directora de Psicólogos Pozuelo, que apostilla: «Ser una persona de confianza es agotador. Uno debe conocer sus límites, hasta donde puede esforzarse sin olvidar otras áreas de su vida (afectiva, familiar, social…)». Para la experta, si no se frena a tiempo, «un exceso de exigencia mantenido en el tiempo podría derivar en problemas como elburnout (agotamiento excesivo debido al estrés), mobbing o acoso laboral, o incluso otras patologías asociadas a trastornos de personalidad”.
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